Mis cordiales saludos. Desde ahora en adelante vas a establecer un vínculo cerrado entre tu alma y la mía, así que entremos más en confianza y dejemos las formalidades para otro momento.

Somos herederos de una cultura dedicada al arte, la lírica, la poesía, la filosofía y a infinidad de ciencias políticas, sociales y puras. No muy lejos de eso, pertenecemos a una cultura perseguida por el vicio, ansiosa de violencia, llena de odio y negligencia, artífice de la destrucción. Así es, bienvenido a la cultura occidental.

Quien inventó la cura, muy probablemente haya inventado la enfermedad. Y es que, lo peor de una desgracia como una pandemia es que pudo haber sido creada por humanos, con fines tan frívolos como reducir la creciente población en el mundo. Es triste pensarlo, pero no improbable, siendo este sólo un ejemplo de la inmensa maldad que corrompe al hombre y su futuro.

Veamos la otra cara de la moneda. La vida de un hombre regida por la benevolencia y enfatizada por la fe, hizo al mundo dar un giro de 180 grados, marcando el inicio de una nueva era. Aquel hombre de mirada profunda y solidaria, conocido como Jesucristo, logró en su corta vida cambiar las ideas que se tenían hasta entonces acerca de la muerte y el alma. Su arma fue la esperanza, y su escudo la fe.

"La fe mueve montañas", ¿no es así? Usémosla un poco y quizá juntos logremos un cambio radical, pedido a gritos por nuestra decadente sociedad...

Abre tu mente en todo momento, acepta el cambio, siente seguridad en la intemperie... Estas historias representan diminutas facetas de esta sociedad, detalles en los que se ocultan grandes ideas y severas opiniones. Las puertas también están abiertas para todo tipo de cuento ficticio, fábula, o cualquier escrito que sirva para escapar de la realidad por unos instantes.

"Dejadme entrar, abrid todas las ventanas y puertas. El cuenta cuentos ha pisado mi madero".